Sus fotografías, siempre teatrales y con una cuidada puesta en escena,retratan paisajes surrealistas y fantasiosos con modelos que se convierten en mágicas ninfas o simpáticas protagonistas de una telenovela. Y es que en cada editorial, Tim Walter nos transporta a otro mundo, relatándonos una pequeña fábula.Todo empezó cuando, un poco por casualidad, Tim Walker hizo sus prácticas de arte en Condenast, donde se encargó del archivo del memorable Cecile Beaton. Fue entonces cuando descubrió el mágico mundo de la fotografía de mano de uno de los grandes maestros. Luego llegó su trabajo como asistente de Sir Richard Avedon, y su carrera despegó, definitivamente, cuando quedó en tercer lugar del Independent Young Photographer of the Year Award. Desde entonces colabora habitualmente, siempre con producciones de cuidadísima factura en revistas como Vogue, W o Harper’s Bazaar.
He seleccionado una serie de fotos inspiradas en el imaginario de los cuentos infantiles que nos trasladan a nuestra infancia...
El soldadito de Plomo
La Princesa y el cisne.
La princesa y el guisante
2 comentarios:
su fantasia nos transporta al pais de nunca jamás,de creer en Alicia,todos sus reportajes son de una belleza plástica fantástica y una ironia prodigiosa......BRAVO!!!!!!!!!!
Esta bien...pero es un tanto repetitivo. Siempre la misma casa,siempre el mismo papel pintado. Con esto no quiero decir que su trabajo no sea una pasada,pero ya cansa. Gracias por el blog.
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