domingo, 22 de agosto de 2010
Edie and the sixties.
Que Edie Sedgwick conociera a Andy Warhol no fue casual. La hermosa jovencita de clase alta californiana había llegado un año antes a Nueva York . Era hermosa, carismática, fina y la tristeza, el descontrol y su espíritu se conjugan perfectos en su mirada enorme que proyectaba el espíritu de aquella época. Estados Unidos iniciaba el sangriento camino hacia Vietnam y en las ciudades más importantes del país se gestaban movimientos pacifistas y creativos claves para la historia cultural de occidente. Guerra fría, bombas por una lado y liberación por otro fue una fórmula explosiva que arrastró a una generación a excesos y locuras. Edie estaba allí y pagó con su vida ese estilo disoluto. Fueron otros quienes convirtieron su autodestrucción en obra de arte. Películas, canciones y fotografías de su corta vida llenan el salón del pop. Tenía tan sólo 28 años cuando su marido la encontró muerta por sobredosis. El reporte policial registró Accidente/Suicidio.
La amistad con Warhol era dinamita; la chica se cortó el pelo y se lo tiñó como él, se hacía llamar Miss Warhol, se vestían iguales y eran el plato obligado en cualquier evento social que quisiera trascender. Su popularidad llegó a tal nivel que fueron recibidos como estrellas de rock a la inauguración de una exposición de Warhol en Filadelfia. Hubo multitudes agolpadas, fans y desmayos. Los cuadros fueron retirados para protegerlos de la marea humana que se peleaba por ver a Andy&Edie. Incluso el artista Roy Lichstenstein contó que para un carnaval él y su mujer se disfrazaron de la popular pareja.
No faltó quien le comentó a Edie que desperdiciaba su talento frente al lente de Warhol, que estrenaba sólo en circuitos muy underground y además no pagaba. Edie tenía 22 años, un fortuna personal que comenzaba a menguar tras tanta fiesta y una creciente adicción a las drogas.
La intensa relación entre Warhol y Edie no duró más de un año y medio
“En realidad Warhol jodió la vida de muchísima gente, gente joven. Mis contactos con la droga se iniciaron en la Factory. Me gustó mi introducción a la droga. Yo era un buen blanco. Me convertí en una joven y saludable adicta.”
La frase pertenece a la única película que hizo fuera de la Factory, Ciao! Manhatan, un film que pretendía ser el documento que retratara el Nueva York de esa época pero que reclutó a demasiados adictos, entre ellos, sus propios directores. Tardó cinco años en hacerse y se estrenó luego de la muerte de la protagonista. Hoy Ciao! Manhathan es un documento histórico de una época delirante, de jóvenes ausentes y desesperados, que vale mucho la pena revisar.
Edie se mudó al Chelsey Hotel que se hizo adicta a la heroína, incendió por despiste su habitación en el Chelsea Hotel y para la Navidad de aquel terrible 1966 fue a ver a su familia quien procedió a internarla. De allí hasta su muerte son incontables los ingresos a siquiátricos de Estados Unidos.
Trató de retomar su carrera de modelo y posó en Vogue y Life pero nadie quiso apostar por ella ya que estaba demasiado estigmatizada con el mundo de la droga. En un hospital conoció a un interno con quien se casaría.
Edie Sedgwick, la chica que llegó a Nueva York a triunfar consiguió ser una estrella fugaz …de la que todos disfrutan de su radiante belleza, luminosa y sorprendente. A la que todos contemplan morir.
Stella McCartney
Miu Miu
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